Hoy 2 de abril, hace un año de la muerte de uno de los terroristas más sangrientos y buscados del mundo: Osama Bin Laden. Aunque decir "muerte" se queda corto, pues este hombre no fue capturado, juzgado y ejecutado (lo que se esperaba que hiciera EEUU) sino que fue asesinado en su propio domicilio.
Todo fue una operación secreta. El gobierno sabía del paradero de Bin Laden meses antes de realizar la operación, pero sin embargo decidieron esperar. El equipo elegido fue un grupo de soldados del cuerpo de los SEAL (la élite de los marines) quienes se infiltraron en la casa de madrugada. Encontraron cierta resistencia por parte de los seguidores de Osama, aunque fueron abatidos. Lo mismo ocurrió con Bin Laden, fue disparado en el pecho y luego en la cabeza para rematarle. Estaba desarmado.Posteriormente, el cuerpo fue envuelto en una sábana y lanzado al mar, según la tradición musulmana, para evitar cualquier tipo de peregrinación. Aún se recuerdan escenas de auténtico júbilo en las calles estadounidenses por esta muerte. Gran ejemplo de moral y ética.
Pero quizás lo más "curioso" sean los siguientes dos hechos:
- El gobierno pakistaní (país donde se escondía Osama) no tenía conocimiento de la operación que se llevó a cabo hasta varias horas después de que ésta finalizara. Legalidad absoluta por parte de Obamay de su gobierno.
- TODOS los marines que participaron murieron al de pocos días en un "accidente" de helicóptero. Eso sí, tras la operación y antes de su "accidente" recibieron una distinción por parte del gobierno, quien agradeció sus servicios.
¿Hasta qué punto tienen los gobiernos legitimidad para realizar este tipo de operaciones? Hay que recordar que esta operación fue condenada por la ONU. Esperemos no estar regresando a la época de Henry Kissinger.
Esta es la noticia original de hace un año:
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