Hace ya varios días en los que se comenta lo mismo: la reforma de la asignatura llamada "Educación para la ciudadanía" de mano del ministro de educación, Jose Ignacio Wert. La polémica ha saltado porque la reforma convierte a la asignatura en un adoctrinamiento al más puro estilo franquista. Eso sí, le han cambiado hasta el nombre, ahora se llama "Educación cívica".
La asignatura fue creada durante la legislatura de Zapatero, con el objetivo de enseñar a los jóvenes valores constitucionales como la democracia, y valores morales como el respeto, la pluralidad de opiniones, etc... Ahora sin embargo, el gobierno derechista del PP, aprovechando que está en el poder quiere adecuar la asignatura según le convenga.
Para empezar, la asignatura elude hablar de temas como que el maltrato doméstico no está nada bien, que los matrimonios homosexuales son naturales y que hay que respetarlos. Tampoco habla de las desigualdades de la sociedad, de la riqueza y la pobreza, etc... Todo esto con el objetivo de adoctrinar a las generaciones más jóvenes según su ideología.
Como era de suponer, la Iglesia Católica enseguida se ha declarado a favor de esta reforma, lo cual suscita dos críticas. Por un lado la Iglesia debería guardarse sus ideas políticas ya que son irrelevantes, y por otro pone de manifiesto cómo la Iglesia y la derecha (aunque lo nieguen continuamente) se llevan de la mano. Esto hará que la Iglesia consiga aumentar su influencia en las escuelas, cuando debería quedar completamente excluida de ellas.
Sin embargo, las reacciones no se han hecho esperar y numerosos colectivos sociales y asociaciones han protestado contra la reforma. Ya desde el primer momento el ministro Wert recibió criticas, ya que había expertos que consideraban que el cargo "le venía demasiado grande". Al final se confirma la teoría.
Fijaos con la hipocresía con la que habla el ministro:
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