domingo, 3 de junio de 2012

Editorial: nunca aprenderemos

Ha habido numerosos países que han estado bajo una dictadura, ya fuera de derechas o de izquierdas. Y muchos de ellos tienen una característica común, que han terminado cayendo, bien por motivos internos o por intervenciones externas. Y en algunos de esos países como la Alemania nazi o la Italia fascista, se juzgó a aquellos responsables.

Ayer fue dictada una sentencia sin igual en Egipto: Mubarak, el antiguo presidente del país que había estado bajo su bota, fue condenado a cadena perpetua. Los egipcios estallaron de júbilo porque veían que por fin existía justicia en su país, por fin se daba un paso nuevo hacia la democracia. Este no fue el caso de Chile, en el que se quería juzgar al antiguo dictador Pinochet. Éste murió antes de que pudiera celebrarse el juicio.

Sin embargo, en otros países como España, cuando salió de la dictadura franquista, muchos de los colaboradores de Franco se convirtieron de repente en demócratas y no fueron juzgados. Incluso algunos de ellos como Manuel Fraga, que ordenaron una represión brutal contra los manifestantes en Vitoria, causando la muerte de algunos obreros. Y lo peor es que presumió diciendo "la calle es mía".

Ahora estamos bajo una nueva dictadura, la de los mercados. Estos "dictadores" controlan el rumbo político de los países, dejando a la población sin posibilidad de elegir. Y cuando se ha dado algún tipo de escándalo como el de Bankia, cuyos directivos son los responsables de parte de la crisis, en lugar de llevarlos ante la justicia, les damos indemnizaciones. Estamos premiando y alentando a aquellos que han provocado con sus créditos, el desalojo de miles de familias.

Se nota que nunca aprenderemos, que seguiremos premiando a aquellos que durante unos años nos han hecho "felices" (o eso creíamos) y que ahora nos están arrebatando todo, para poder salvarse ellos. ¿Acaso deben ocurrir desastres mayores para que abramos los ojos de una vez? Espero que no.


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