Israel ha anunciado que va a construir nada menos que 851 viviendas nuevas en territorio cisjordano, para asentar a nuevos colonos. Esto ha hecho que EEUU, por primera vez en mucho tiempo, proteste ante tal acción. También han protestado debido a que creen que con este proyecto se dificultarán aún más las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
Casi la mitad del territorio cisjordano está ocupado con asentamientos judíos. Asentamientos que tienen preferencia sobre el uso del agua, algo que además de perjudicar a la población cisjordana, también está secando los escasos lagos que posee la zona. Lo más curioso es que la mayor parte de esos asentamientos no se llegan a ocupar del todo.
Esto es algo que los medios internacionales no cuentan, pero Israel no pasa por su mejor momento. Tiene una gran caridad de infraestructuras desfasadas (se tarda 3 horas para recorrer 70 km en tren), y los precios de los productos básicos como el humus, se han encarecido de forma terrible en los últimos años. Por no hablar de la escasez de suelo que ha hecho subir el precio de la vivienda, y de ahí la expansión del proyecto colonizador.
Pero la mayor parte de los jóvenes israelíes no quiere vivir en mitad del desierto, en un país ocupado. Además de que es algo que ha sido declarado ilegal por la Comunidad Internacional, ya que ningún país puede transportar población civil a nuevos territorios ocupados. Sin embargo, no ha sido hasta hace poco cuando EEUU ha decidido protestar contra todos estos planes, pero nada más, solo protestar.
Porque todos sabemos que Israel es como una fortaleza de EEUU en un territorio completamente lleno de enemigos. Desde la fundación ilegal de Israel, no ha habido más que conflictos con los palestinos que reclamaban su tierra, alentado también por EEUU. Quizás dentro de pocos años, esa fortaleza se derrumbe por dentro.
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