lunes, 17 de septiembre de 2012

El nuevo código penal

Hay varias formas de hacer las cosas: se pueden hacer bien, algo muy difícil pero no imposible. Se pueden hacer mal, como ya estamos acostumbrados por parte de nuestro políticos. O se pueden hacer medianamente bien, con algunos errores. Digamos que la última reforma del código penal español pertenece a esa última opción, porque los españoles tenemos la manía de hacer las cosas tarde y no demasiado bien.

La última reforma del gobierno del código penal contiene tanto buena medidas como otras de las que deberían sentirse avergonzados. Algunas de las cuales se observan como positivas son aquellas en las cuales se endurecen las penas para violaciones, asesinatos, etc... 
También son positivas aquellas en las que se aplica la cadena perpetua revisable para presos terroristas así como también mayores condenas a hurtos y delitos menores que antes prescribían en poco tiempo.

Sin embargo, se les ha visto el plumero con otra serie de medidas, como por ejemplo aquellas en las que se condena duramente los mensajes de violencia o alteraciones del orden público. Esto deja al libre albedrío la interpretación de los jueces, que pueden interpretar una manifestación o una concentración como algo violento y no permitirla. Aquí se pone al descubierto los deseos del gobierno de limitar un derecho fundamental de los ciudadanos: el de manifestarse.

Pero también tenemos que tener cuidado ya que las penas para menores de edad se endurece, algo peligroso para los jóvenes. No es lógico que se encierre en prisión a un menor de edad con otros delincuentes mayores, ya que pueden ejercer un efecto muy negativo sobre él.

El código penal necesita una verdadera reforma, aquella que se adapte a las circunstancias sociales y judiciales actuales. No necesitamos que los gobiernos actúen por populismo, sino voluntad del pueblo.

Os dejo un pequeño video: 

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