El monstruo de Noruega

Anders Breivik. Ese es el nombre del noruego que el 22 de julio del año pasado, colocó un coche bomba y ademas protagonizó un tiroteo contra las juventudes del Partido Laborista en la isla de Utoya, con un coste total de 77 vidas inocentes. Casi un año después se ha iniciado el juicio, del que prácticamente toda Noruega y parte del resto del mundo, está pendiente.

Breivik leyó un discurso de 13 folios en el que defendía sus ideas ultraderechistas y en contra del multiculturalismo. Pero lo peor de todo es que además dijo hacerlo por “bondad”, para evitar una guerra civil y para concluir, pidió su absolución. Las autoridades fueron sensatas con respecto a este tema, y prohibieron retransmitir el discurso.

Lo que me preocupa es que últimamente estamos asistiendo al ascenso de los partidos de ultraderecha en Europa: Frente Nacional en Francia, la Liga Norte en Italia, Auténticos Finlandeses en Finlandia, etc...

Antes de los atentados gozaban de un ascenso en votos importante, especialmente en el norte de Europa, pero tras los sucesos (y con razón) sus votos descendieron vertiginosamente. ¿La razón? Nadie quiere verse involucrado con un asesino, por mucho que coincidan en sus ideas.

Estos partidos, surgen como una reacción “natural” a la actual crisis. Están en contra del multiculturalismo, de los inmigrantes, etc... Algo desde mi punto de vista completamente despreciable. La historia ya nos ha enseñado que ha ocurrido con la extrema derecha...

¡No caigamos en la trampa que estos partidos promulgan!