domingo, 23 de junio de 2013

Ideas y personajes modernos

Últimamente he estado leyendo una serie de artículos, ya os advierto que no por gusto, de un tal Salvador Sostres que escribe en el diario El Mundo. No me gustan nada, de hecho me repugnan, no por  el estilo, o porque trabaje en un periódico de derechas, sino por el propio mensaje. Un mensaje, que como el mismo se jacta, no deja indiferente a nadie ya que arremete sin piedad prácticamente contra los pilares más fundamentales y que nos permiten definirnos como una sociedad moderna.

Al principio tuve dudas de si escribir esto o no, de si otorgarle tan siquiera unos minutos a una persona que realmente no merece la pena. Pero finalmente me he decidido por dejar escapar mi mala uva. Lo que más difícil me parece con respecto a este hombre, es definirlo. Sencillamente no encuentro una palabra que lo defina, he llegado a tal punto que pienso que o bien no existe esa palabra o desapareció hace mucho tiempo junto con las ideas que defiende este tal Sostres.

Sostres es un hombre polémico, de hecho se nota que le encanta, en cada debate o tertulia en la que aparece hay posibilidades de que se caliente el ambiente. Pero vamos a las ideas que defiende. Claro, muchos pensareis que son sus ideas, que tiene derecho a expresarlas, etc... Y tendríais razón, si no fuera porque sus ideas carecen de cualquier tipo de moral o ética, incluso de realismo. Es decir, ¿cómo se puede defender la idea de que las mujeres no deberían entrar en un restaurante que costase más de 100€? En mi opinión, eso rebasa hasta el machismo más radical. (video)

Este hombre, al que podríamos calificar de pseudo-escritor, escribió en cierta ocasión que el transporte público es sinónimo de fracaso y para fracasados. En su opinión, deberían existir dos carriles: uno para ricos y otro para pobres. El de ricos tendría aparcacoches, champagne y demás lujos, ya que en su opinión los ricos por el mero hecho de ser ricos son superiores al resto. Y esto sería de lo más normal que encontraríamos en su repertorio, ya que este hombre ha sido objeto de numerosas polémicas, sobre todo cuando menciona el sexo. Si veis este video lo entenderéis todo (video).

Los parados tampoco merecen el respeto de Sostres, arremete contra ellos y los considera culpables de su propia condición. Es decir, que son ellos los responsables de que le hayan echado y además no deberían ni tener prestación por desempleo. Y lo mismo ocurre con respecto a los desahuciados, son ellos los culpables de que les echaran de su casa y deberían buscarse ellos solitos la vida. Y esto lo dice un hombre que afirma que a é le regalaron la casa. 

Sostres se cree parte de una élite social, se cree que está por encima del resto, por eso no muestra ni una pizca de respeto por aquellos que están sufriendo la crisis. Muestra un desprecio absoluto por los más débiles y defiende unas ideas retrógradas. Por eso, lo mejor es no hacer ni caso a esta gente e ignorar todas las atrocidades que salen de su boca o de sus letras.


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