Hace pocos días salió una noticia a la luz relacionada con la venta de armas en EEUU, y era que el negocio de las armas infantiles movía cientos de millones de dólares al año. Con armas infantiles me refiero a rifles de cerrojo más pequeños pintados de rosa o de colorines, pero igualmente letales ya que utilizan munición real. No es nada nuevo que en EEUU se venden miles de armas al día, pero seguramente todos nos hacíamos la idea de que era a adultos. Pues parece ser que no.
A pesar de que ha habido numerosos sucesos trágicos por culpa de las armas, este negocio sigue imparable. Y a nuestros oídos solo llegan aquellos más dramáticos, pero lo cierto es que casi todos los días ocurre algún accidente por culpa de un arma. En la casi totalidad de los casos, los accidentes ocurren con el propio arma que se hallaba en la casa, no por culpa de un tiroteo con un ladrón que ha entrado a robar en tu casa. No, muchas veces es el hijo pequeño que coge la pistola pensando que es un juguete y ocurre una desgracia.
Ese es el caso de Rachel Spry, una abuela residente en Yuma que estaba cuidando de su nieto de tres años. El niño cogió una pistola cargada que tenía su abuela en la mochila y se hirió en la cabeza, fue llevado al hospital pero murió durante el traslado. Una muestra más de que las armas causan más víctimas dentro del entorno familiar que en cualquier otra situación que nos podamos imaginar, más propia de una película.
Todo esto se debe a una de las enmiendas de los estadounidenses, que les otorga el derecho de portar un arma para defenderse. Alrededor de esta enmienda, que es tratada por algunos como una especie de ley sagrada, se han creado numerosas asociaciones que promueven la venta de armas. La más famosa es la NRA, a la cual pertenecen una gran cantidad de famosos, políticos y personas influyentes dentro de la sociedad norteamericana. La respuesta de asociaciones como la NRA a estas tragedias es siempre la misma: vender más armas.
Claro que en una sociedad tan conservadora como la norteamericana, este tipo de leyes son muy difíciles de reformar. Sólo queda preguntarse una cosa: ¿Que clase de padre o madre eres que le regalas un arma a tu hijo pequeño?
¿Vosotros creéis que esto es normal?
No hay comentarios:
Publicar un comentario