domingo, 28 de abril de 2013

Los escraches

Según la Policía, en abril ha habido casi el doble de escraches que en el pasado mes de marzo, es decir, que ha habido cerca de 34 casos en lugar de los 17 anteriores. Estos escraches, llevados a cabo por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca tienen como objetivo denunciar los abusos que se están llevando a cabo en los casos de desahucios. Son completamente pacíficos y legítimos, ya que además de ser un derecho, en ellos no se agrede físicamente a nadie.

Los escraches molestan a quienes hay que molestar, los políticos, aquellos que nos han llevado a la situación actual, junto con banqueros, corruptos, etc... Los políticos por primera vez sienten miedo, algo que debería estar presente en ellos continuamente. Como se decía en la película de V de Vendetta: "el pueblo no debería temer a sus gobernantes son los gobernantes los que deberían de temer al pueblo". Deben saber que cada decisión que tomen que pueda perjudicar a los ciudadanos, tenga una consecuencia inmediata.

Muchos dicen que los escraches son acoso, que las familias sufren esas consecuencias, incluso lo han llegado a comparar con el nazismo. Aquí vamos a ir por partes:
  • Los escraches no son acoso, son manifestaciones pacíficas, un derecho registrado en nuestra constitución. ¿O acaso la constitución legitima solo unas cosas y otras no? ¿Tenemos una doble vara de medir?
  • Las familias no sufren los escraches, son los políticos los que están recibiendo las protestas. Además, aquellos que usan la familia para escudarse son unos cobardes. Cuando Felipe González dijo: ¿Por que un niño tiene que sufrir esas protestas? Yo le respondo que el niño debería saber que las decisiones que está tomando su padre o su madre hace que miles de niños como ÉL se queden en la calle sin casa.
  • Aquel que compare estas protestas con el nazismo está demostrando que carece de inteligencia y de nociones de historia, algo que Cospedal ya nos había demostrado antes. En en nazismo era el Estado desde donde se dirigían los acosos a un sector específico de la población por razones raciales. No tiene nada que ver con los escraches actuales, consistentes en pegar pegatinas en los portales o gritar consignas.
Estos intentos de criminalizar las protestas no es sino una maniobra del gobierno cuyo mayor deseo sería el de prohibir las protestas y manifestaciones. De esa manera dejaríamos de darles la lata. Por desgracia para ellos, los escraches continuarán. Que los disfruten.

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