Hace unos días pudimos ver como varios presos de la organización terrorista ETA se ponían en huelga de hambre como forma de protesta. La razón de esta protesta era que la justicia española no se decidía a liberar a Iosu Uribetxebarria, quien se encuentra enfermo de cáncer.
Pero esta huelga de hambre (que no ha sido completa, ya que a muchos presos se les encontró comida en las celdas) no ha sido la única muestra de apoyo al etarra. También se organizó una marcha en Bilbao, que finalmente fue prohibida por las autoridades. Todas estas medidas de presión social tenían como objetivo que a Iosu se le concediera como mínimo el tercer grado para que pudiera recibir tratamiento y disfrutar tiempo con su familia.
Finalmente la justicia ha decidido darle ese tercer grado, cumpliendo de esa manera la ley. En cuanto se conoció la noticia surgieron reacciones de ambas partes: la AVT (Asociación de víctimas del terrorismo) se mostró contraria a la decisión, mientras que el entorno de la Ezkerra Abertzale se mostró conforme y los presos abandonaron la huelga de hambre.
Muchos cuestionan el estado terminal en el que supuestamente se encuentra Uribetxebarria, así como la concesión del tercer grado. Ya que según un último informe, el etarra puede recibir el tratamiento perfectamente en la cárcel.
¿Qué postura debe adoptar el Estado? ¿La de un sistema sin ningún tipo de clemencia con los terroristas que han asesinado? ¿O debe mostrarse humanitario, al contrario que hicieron los terroristas en el pasado?
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